En Aragón se generan anualmente 19 millones de toneladas de CO2 equivalente (datos 2009).
Los últimos 35 años han sido dos grados más cálidos que los 30 anteriores, ha bajado el caudal de los ríos y el ascenso térmico hace que uno de cada 5 litros de agua que antes iba a ríos y acuíferos se evapore.
Los glaciares pirenaicos se han reducido pasando de los 45 km2 de extensión que ocupaban en 1870 hasta los 5 km2 que ocupan en esta década y podrían desaparecer en su totalidad a mediados de este siglo.
El cambio climático está elevando la temperatura media de los Pirineos 0,2ºC cada década y estudios recientes estiman una temporada de esquí mucho más corta, con reducciones del espesor de la capa de nieve de entre el 30% y 70% para escenarios de cambio climático moderado (+2ºC) y fuerte (+4ºC), respectivamente.
El sector agrícola se verá afectado, registrando alteración de los ciclos de floración de frutales o pérdidas de cosechas (especialmente las de regadío) y la aparición nuevas plagas en cultivos y ganado.
Aragón será escenario de mayores movimientos migratorios: personas que salen buscando oportunidad en otros lugares y a la vez recibiendo a gente de otras zonas más castigadas por las sequías o las hambrunas.